mardi 29 septembre 2015

No hay tres sin cuatro...

A ver, mi objetivo no es asustar a nadie, pero por si las moscas os aviso de que lo que voy a contar puede poner los pelos como escarpias, sobre todo si estáis en el proceso de pasar de 1 a 2 hijos, como el mensajito de "no recomendado para menores" antes de empezar a ver una peli de terror. Si continuáis no me vengáis después con reclamaciones, que no tengo servicio post-venta:

Recuerdo que antes de nacer mi bicho 1 me habían dicho que me preparara para lo que se avecinaba, que iba a estar agotada y que nada iba a ser igual que antes. No sé por qué no me asustaban esos comentarios, así que antes de que naciera la bicha 2 me pasó lo mismo, y ante los "uyyyy con dos sí que cambia todo", hacía oídos sordos riéndome con pretenciosa indiferencia.

Pero el problema es que esta vez que los OTROS TENIAN RAZON... Ayy cabecica de ajo que lista te creías...

Resulta que con dos te das cuenta de varias cosas :

1. Tu cuerpo es indivisible : cuando intentas estar en dos lugares a la vez a varios metros de distancia te es imposible, pero hasta ahora no habías caído en la importancia del don de omnipresencia divina. Sobre todo cuando el bebé de 10 meses está trepando por las escaleras de casa con un camión en la mano y el niño de 3 te grita que va a salir él solo de la bañera porque tiene que correr a hacer pis.

2. Dos niños con 2 años de diferencia son capaces de hacer las mismas cosas de forma totalmente distinta (para fastidiar, porque sino no tiene otra explicación), así que lo que tras muchas horas de ensayos experimentales funcionó con el primero, no te va a servir de nada para el segundo.

3. Si eras feliz porque el primero dormía 12 horas diarias, y más el fin de semana con el 2° hay muchas probabilidades de que lo termines pagando...
Y vas a terminar llamando a tu amiga Charlotte, que te dijo hace 2 años que no podía más con su hijo por las noches, para decirle que lamentas mucho haber presumido tanto del tuyo y que ahora necesitas su ayuda URGENTE porque ya llevas casi 100 euros gastados en homeopatía, consultas privadas y tisanas bio para nada (sin contar con las ojeras y tu estado mental al borde de la histeria). Y la muy guarra te va a decir "ay pues espera, paciencia, yo estuve 2 años así con el primero, pero ahora el 2° es un angelito por las noches". Argggggggggggg

4. Antes tus suegros cuidaban del grande sin ningún problema en cuanto lo necesitabas y ahora con los dos, la voz y las manos les tiemblan de pavor frente a lo desconocido cada vez que les pides que los cuiden una noche y los lleven al cole/guarde por la mañana. Es como de repente inscribirles a un maratón y pedirles que batan el récord mundial sin entrenamiento.

5. Con el primero hay épocas en que la comunicación y los ratos de tranquilidad en pareja se consiguen, difícilmente eso sí, pero con dos ya mejor te olvidas. Vamos, que has intentado tantas veces cenar a la luz de las velas sin éxito porque se funden sin haberlas aprovechado de tanto ir y venir a la habitación de los niños, porque cuando no es pis y agua, es biberón y cambio de pañal, que ya te das por vencido. La guerra la han ganado ellos.

Et voilàààààààà, c'est fini ! ya os he contado todo. Pero acabemos con una nota de ternura y esperanza, y es que cuando juegan juntos, se dan besicos y ves que se quieren tanto y que el amor que tenías por uno lo sientes multiplicado por dos, todo lo demás te importa un pepino... eso sí solo quiero dormir un poco más, POR FAVOR

Besicos, voy a por otro café