¡Guapas!
Pero, madre mía del amor hermoso, que difícil es llegar a todo en 24h : levantarse con las legañas aún pegadas para ocuparse del peque antes de ir a currar (cambiar pañal, dar biberón y jugar a las 7h de la mañana cuando el cerebro no te da ni para cantar los cinco lobitos), aguantar el transporte parisino mal oliente, pasar 9 horas en el despacho, hacer las compras, recoger la casa, hacer la cena (bueno gracias a la igualdad hombre mujer y al reparto equitativo de tareas, de vez en cuando pedimos que nos entreguen un menú chino-japonés a domicilio) y todo esto guardando siempre la moral bien alta cuando en realidad estás en depresión profunda con este tiempo gris asqueroso. Ahh y con un poco de suerte al final del día vais a poder ver los dos una serie tranquila y dormir sin sobresaltos llorosos (una noche de cada 50 en años bisiestos)
No sé si os pasa a vosotras pero a veces vivo con la impresión de ganar puntos con cada tarea que acabo, como si fuera pasando pantallas de un videojuego, y que al final del día es como si tuviera que tener un cierto número acumulado para considerar que he sido capaz de llegar a todo y de ser una mujer digna de tal nombre. Como descansar no me da puntos pues no hay tiempo para eso...