mercredi 16 octobre 2013

A todas aquellas madres que todavía no han tenido hijos

Hola majas (y algún majo que me sigue también, que si no se me enfadan),

Acabo de recordar que empezé a escribir este blog cuando estaba a punto de dar a luz. Creo recordar que fue en parte por aburrimiento. Ya no sabía que más hacer todo el día en casa durante la baja y lo del ganchillo y el punto de cruz no me llamaba mucho, la verdad.

Podría haber empezado a escribirlo antes, cuando mi bichico no era nada más que una imagen lejana, o un poco después cuando se convirtió en un deseo más concreto, o incluso un poco más tarde cuando ya era una obsesión que llenaba mis noches y mis días. Cuando no entendía porque yo, que había controlado todo en mi vida, que había conseguido todo (bueno casi todo) lo que me proponía, no era capaz de conseguir quedarme embarazada.

Es fácil hablar de lo que es ser madre, pero a veces, es difícil contar el camino que cada una ha vivido para lograrlo.

Tengo amigas que un minuto y medio después de haber dejado la píldora se quedan embarazadas, otras que tardan unos seis meses y otras a las que les ha costado muchas lunas y muchos soles, muchos llantos, mucha desesperación y sobre todo, mucha rabia contenida. Tengo algunas que aún esperan y desesperan. Os quiero a todas por igual, pero este post del blog se lo dedico a aquellas que para ser madres deben luchar sin tirar la toalla, ni morir en el intento.

El día en el que un médico con escasa empatía humana anuncía a una mujer que va a tener que pasar por varios tratamientos para tener un bebé, a ella el mundo se le viene encima, mientras él regresa tranquilo a su casa y se fuma un habano. Para la paciente es como si la esencia misma de su ser, de su femeneidad, se evaporara junto con sus ilusiones más profundas. Es solo el comienzo de un camino en el que la magia que debía emanar de algo tan natural, se convertirá en inyecciones, reacciones hormonales, batas blancas, médicos y hospitales.

Y todo esto es una gran PUTADA, y lo siento, pero es que no tiene otro nombre. Y para colmo de todos los males, cada día más mujeres tienen que pasar por ese terrible proceso agotador y desesperante.

Me horroriza escuchar aquello de "Sí, pero hija, es que ahora lo queréis todo, disfrutar de solteras y tener hijos tarde", a lo que habría que contestar : "Perdone Ud., señora, pero efectivamente cuando decidí estudiar tenía que haberme dado cuenta de que lo mejor con ventidos años era dejarlo todo, tener hijos y olvidarme de tanta tontería intelectual, no fuera que un día se me fuera a pasar el arroz. Y si por casualidad hubiera continuado mis estudios, habría tenido que tener un hijo justo después y haber ido a pedir mi primer trabajo, frente a 50 hombres candidatos al mismo puesto, preñada o con mi hijo en brazos. Y en ese caso seguro que el entrevistador hubiera dicho - Qué competente esta chica que es capaz de todo, hala venga maja, el puesto es tuyo -". Anda, anda, tira, tira que la lleva Ud. buena, señora absurda.

Lo que está claro es que frente a esta jodida naturaleza que nos ha impuesto un reloj biológico incrustado en el ovario, mientras los hombres coletean (y nunca mejor dicho) sin preocupaciones procreativas, no hay nada que podamos hacer.

Espera, espera : ¿Quién ha dicho que no?, ¿Por qué no ayudar a las mujeres a prolongar su vida reproductiva?, ¿Por qué no congelar nuestros óvulos cuándo somos jóvenes?, ¿Por qué no hacernos pruebas que nos permitan saber en qué nivel de fertilidad se encuentra nuestro aparato reproductivo para decidir con conocimiento de causa si prolongar más o no la maternidad ?

Perdón que me enrollo y me pongo reivindicativa, cuando en realidad lo que yo quería decir a aquellas que lucháis por tener un hijo es que no sabéis como os admiro, precisamente porque sé algo del tema soy consciente de que todo el mundo no es capaz de hacer lo que hacéis, de ir tan lejos, allí dónde nunca habíais pensado llegar, dónde casi no hay ya ni límites a lo indecible, no sois mujeres sino heroínas del mundo moderno, luchadoras infatigables de la vida. Mujeres que antes de ser madres sois ya las progenitoras que cualquier bebé se merecería tener por los esfuerzos físicos y psicológicos que afrontáis por ellos. Para mi ya sois más madres que muchas madres, porque sabéis lo que es la dedicación y la devoción absoluta por vuestros hijos. Vivís gestaciones que duran años de espera y no tan sólo meses.

Hoy me postro frente a vosotras. Me arrodillo de admiración. Fuerza, coraje y adelante, todo llega a la que sabe esperar y sobre todo que le den por saquete al puñetero reloj biológico de habas, o a los problemas hormonales u otros (o)varios que seguro que vais a conseguirlo (sobre todo si sois mañas, por cabezonas, qué leches!  :)

Muaccccccc